Edrix Cruzado descubre los colores
La obra de Edrix Cruzado tiene mucho de fundacional. Adentrándose en sus cuadros uno parece sumergirse en los magmas creacionales que dieron origen a todo. Su mirada parece ir apartando las tinieblas y dejando que la luz empiece a colorear lo negro, descubra los espacios herméticos, quiebre los grises, rompa las sombras del oro. El resultado es una sincronía del caos, una traslación del azares, una oscilación de estrías, paradojas de equilibrios, compases asimétricos. Edrix, como una antigua diosa, saca luz a las cosas, descubre los colores, y nos pone frente a la creación de los espacios, del gran espacio en el que el arte, y la vida, se mueve. Allí, pone orden, reafirma línea y destellos, advierte señales adversas, En San Atilano, la iglesia turiasonense, Edrix Cruzado (Puerto Rico, 1963) expones "el espacio luminoso de los colores". Hace algo más, lo crea, lo revela, los descubre para que todos podamos asistir al momento fundacional del color, el que nace cuando el artista es capaz de verlo por primera vez, o como si fuera la primera vez. No hay que perderse la ceremonia creadora de esta artista.
27 de abril de 2001. Heraldo de Aragón. cultura.